Estás últimas noches no han sido muy buenas. Noches sin poder dormir, de despertarme en la madrugada a contemplar el pasar de los pocos carros, tratando de escuchar los pasos tenues de quien el algún momento paso bajo mi ventana.
Largos minutos acompañaron mi soledad... largos minutos sin poder pensar con la cabeza y de solo sentir con el corazón...largos minutos bailando con lágrimas y pensamientos marcando el compás de la desolación...largos minutos de tener la visión nublada, de sentir mas que nada, de querer volar.
Pensamientos que escapan, minutos que se duermen, insomnio que se apodera de un cuerpo en estado de obnubilación...un cuerpo que quiere descansar, mirar despacio, sentir profundo pero con calma, tener pasos tranquilos pero suyos y no solo andar.
Hechada en la cama dando mil y una vueltas y sin conciliar el sueño y es que acaso se ha perdido el hada de los sueños? o quizá no le alcanzo el tiempo?... en las madrugadas tristes solo busco salir, busco caminar hacia la playa y ser yo la que pase bajo aquella ventana y que sea otra la persona que escuche pasos poco firmes pero divertidos.
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