... Más de un mes que no escribo, mas de un mes que los secretos se van quedando muy dentro de mi baúl, más de un mes con diversas cosas, si! nuevas expreriencias y quien diría que de un momento ves que la vida te va cambiando... y de por si yo asimilo las cosas muy despacio lo cual tiene algo bueno y algo malo: lo bueno es que no duelen tanto, es un pequeño dolor que te susurra al oido que todo va cambiando, y claro lo malo que no puedo reaccionar y tratar de mejorar las cosas; solo las veo, hablo cualuiqer cosa que me dicta el coraje o las ganas de llorar, y las dejo pasar...
Hace ya casi un mes (el día diesiciete se cumplirá un mes) mi hermano se fue a vivir su nuevo mundo, su nueva vida... su vida lejos de nosotros, lejos de mi. Un lunes lo vi irse con un abrazo nervioso y unas lágrimas queriendo decirle te quiero... un nudo se puso en mi garganta y solo cuidate mucho le alcanze a decir. Se fue con su terno, todo un jovencito muy educado, con sus ojos verdes llenos de emoción, de nervios, de miedo... y quiza con lágrimas, no lo sé. Mi madre, su madre, mi padre, su padre lo acompañaron y mi madre con lágrimas en los ojos lo vió alejarse.
Todos aqui en mi casa se decían y hablaban de mi hermano como si hubiese muerto... le decían cuanto lo extrañaban, que como quisiera que estubiese aqui, que se siente un vacío, u claro la pregunta: y tu lo extrañas?? ... y la respuesta: no, no lo extraño. si él esta bien yo también... a lo que me decían ah tu no extrañas a nadie, siempre tratas de esconder lo que sientes, dice que es de piedra. (ja! cuando alguna vez hable no escucharon, cuando alguna vez quize hablar me callaron)... y es que no soy de piedra, pero simplemente no lo extrañaba, no sentía su ausencia...-ahora si la siento-... pero ellos, mis padres y mi hermana, no entendían ni entienden eso. Digo yo el hecho que no le extrañe no quiera decir que no lo quiera, es mi hermano y lo amo, y como digo si él esta bien yo lo estoy asi él este en la china y yo en el monte everest.
Todos aqui en mi casa se decían y hablaban de mi hermano como si hubiese muerto... le decían cuanto lo extrañaban, que como quisiera que estubiese aqui, que se siente un vacío, u claro la pregunta: y tu lo extrañas?? ... y la respuesta: no, no lo extraño. si él esta bien yo también... a lo que me decían ah tu no extrañas a nadie, siempre tratas de esconder lo que sientes, dice que es de piedra. (ja! cuando alguna vez hable no escucharon, cuando alguna vez quize hablar me callaron)... y es que no soy de piedra, pero simplemente no lo extrañaba, no sentía su ausencia...-ahora si la siento-... pero ellos, mis padres y mi hermana, no entendían ni entienden eso. Digo yo el hecho que no le extrañe no quiera decir que no lo quiera, es mi hermano y lo amo, y como digo si él esta bien yo lo estoy asi él este en la china y yo en el monte everest.
La semana paso rápido y llego el sábado, de semana santa... lo vería después de cinco días, no puedo negar me sentía extraña! vería a mi hermano, aquel que compartió la casa conmigo por cerca de 14 años, en un lugar ajeno que ahora es como su nuevo hogar (aunque para ser les sincera ese lugar merece cualquier calificativo menos hogar, pero bueno). Como estaría? seguiría molesto conmigo? me abrazaría? me miraría? y si yo lo abrazaba y el no?.... veía como avanzaba el taxi y las preguntas me acechaban más, pero mi rostro inmune, yo como si nada... para que decir algo que no quieren escuchar?
El taxi llegó, bajamos, entramos, caminamos... me sentía emocionada, nerviosa, quería correr pero no caminaba entre rápido y despacio... lo vi! sentado ahí con toda mi familia, disfrazado con algo que le quedaba execivamente grande, con un gorro que se le caía, y ya sin las escazas púas que le quedaban en la cabeza el día que partió. Lo salude, lo abrace despacito como él me abrazó a mi... él estaba bien y yo mas tranquila... todos emocionados por ver al nuevo cadete del Leoncio Prado, ja! se veía tan gracioso con ese uniforme... se mezclo su inocencia con la madurez que muy pocas veces quise notar, había crecido, estaba serio y nervioso, como todos. Pasamos una tarde buena aunque un poco aburrida, y es que cuando uno esta en casa jugando a las peleaditas nunca se da cuanta que pasan tres horas, mas cuando uno esta en un lugar extraño y sin tantas cosas para hacer el tiempo se duerme en las palabras. Lo vimos y aun después de irnos no lo extrañaba, sabía que lo vería al día siguiente.
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